martes, 9 de diciembre de 2014

SÍNDROME DE LA CINTILLA ILIOTIBIAL o “Rodilla del corredor”.



¿Qué es?
Se trata da una lesión que afecta a la banda iliotibial y se caracteriza por la inflamación y su consecuente dolor en la cara lateral de la rodilla, ya que se produce una continua fricción entre la cintilla y el epicóndilo lateral.

¿Por qué aparece?
Es bastante frecuente en corredores que habitualmente lo hacen por terrenos muy duros o inestables y se acentúa en las bajadas y a la hora de bajar escaleras. No es algo exclusivo de corredores, también aparece en otros deportistas como los ciclistas. Éstos pueden sufrir un síndrome de la banda iliotibial debido al posicionamiento sobre la bicicleta. La excesiva rotación interna o media y un asiento demasiado alto son las 2 causas principales del síndrome de la banda iliotibial de los ciclistas. Un sillín demasiado alto hace que el ciclista tenga que extender la rodilla más de 150°. Esta extensión exagerada de la rodilla causa que la parte distal de la banda iliotibial roce en el cóndilo femoral lateral. Los sillines de bicicletas que se colocan demasiado lejos hacia atrás provocan que al ciclista le cueste llegar al pedal con el consiguiente estiramiento de la banda iliotibial.


Factores de riesgo

Entre los factores predisponentes se han postulado algunos intrínsecos:
  • Banda tibial retraída.
  • Torsión tibial interna.
  • Genu varo.
  • Pronación del retropié.
  • Mediopie y anomalía en el despegue del pie.
  •  Debilidad de los abductores de la cadera.
  • Rotación interna de la pierna.
  • Diferencias de longitud de las extremidades.
Y factores extrínsecos:
  • Sobreentrenamiento.
  • Calzado inapropiado.
  • Terreno duro e irregular, pendientes (la pierna situada por la parte baja es la que se lesiona).
  • Técnica incorrecta de entrenamiento.
  • Equipo (bicicleta) que no se acople correctamente al ciclista. 
  • Desequilibrios musculares debido a no potenciar los músculos oponentes (como cuádriceps y tendones de la corba).
  • La debilidad de los músculos abductores de cadera. Se recomienda potenciar los abductores de la cadera.
  
Anatomía y Fisiopatología
La estabilidad del muslo y la cadera al correr está garantizada por la fascia lata, que se origina en el trocánter mayor por la fusión de la fascia del tensor de la fascia lata, glúteo mayor y glúteo medio. En la parte distal la cintilla se bifurca en dos componentes: la banda o tracto iliotibial (se inserta en la tibia sobre el tubérculo de Gerdy, con expansiones a la cabeza del peroné) y a banda iliorrotuliana. En esta zona existe una hiperplasia del tejido sinovial de la articulación que actúa como una almohadilla o bursa, facilitando el deslizamiento de la cintilla, pero cuando se daña o inflama provoca dolor.

La cintilla da soporte al músculo vasto lateral, uno de los vientres musculares del cuádriceps, y ayuda en la estabilización lateral de la articulación de la rodilla y la estabilidad de la rótula.
Durante los ciclos de flexión y extensión de la rodilla (correr, bici, remo, elíptica…) el tensor de la fascia lata y la cintilla iliotibial ayudan a la estabilidad de la flexión de la cadera y rodilla, y sus posiciones se van compensando. En flexión de cadera y rodilla el tensor de la fascia lata se sitúa anterior al trocánter mayor y la cintilla posterior al epicóndilo femoral. En extensión ocurre lo contrario: el tensor de la fascia lata se sitúa posterior al trocánter mayor y la cintilla anterior al epicóndilo femoral.
Las actividades con carga y flexo-extensión repetidas aumentan la fricción estas estructuras, pudiendo provocar su inflamación o su deterioro.
La causa de la lesión es multifactorial. Se piensa que el problema empieza en los músculos abductores de la cadera, que por debilidad o fatiga no estabilizan la pelvis. Otras estructuras intentan compensar. A esto podría sumarse un exceso de pronación del pie, para conseguir una aproximación y rotación interna adecuada de la pierna, iniciando el mecanismo de sobrecarga y lesión.

Cómo reconocerlo
Si el dolor está muy localizado en la parte externa de la rodilla, extendiéndose bajo el borde inferior de la rótula hasta el mismísimo tendón rotuliano, con el que puede imbricarse, lo que falsea el diagnóstico. Es un dolor que comienza casi al empezar a correr y a los pocos minutos impide seguir. Su intensidad aumenta con las irregularidades del terreno y corriendo cuesta abajo.
Cede con el reposo y vuelve con el ejercicio. La mayoría de las veces se siente un “clic” característico que acompaña a la sensación de roce doloroso cuando hacemos zancada, al flexionar y extender la rodilla, por la fricción con la parte prominente del borde del fémur.

Diagnóstico
Las telerradiografías nos permiten objetivar alteraciones de los ejes de las piernas. La exploración clínica es la base del diagnóstico. Es fundamental tener presente este cuadro clínico para no confundirlo con otros más habituales.
Las pruebas de imagen no son fundamentales pero pueden estar indicadas. Las radiografías (para descartar otro tipo de lesiones asociadas), la resonancia magnética, la ecografía de alta resolución y, para los casos en que sospechemos displasias patelofemorales, el escaner o TAC nos permitirán establecer el diagnóstico y descartar otras lesiones como la tendinitis del bíceps femoral y del poplíteo, bursitis prerrotuliana, condropatía rotuliana, síndrome de hiperpresión lateral rotuliana, displasias patelofemorales o lesiones del menisco externo. Las telerradiografías nos permitirán objetivar alteraciones de los ejes de las piernas.

Tratamiento
En la fase aguda se recomienda aplicación de hielo local, reposo relativo, masajes y estiramientos, potenciación e ingesta de medicación antiinflamatoria.
Hay una amplia gama de técnicas que te pueden ayudar a paliar el dolor e incluso a eliminarlo poco a poco con las que conseguirás romper las posibles adherencias que se hayan creado en el tracto iliotibial inflamado. Las más efectivas son: técnica de Moneyron (vibraciones en el tendón), técnicas de liberación miofascial, electroterapia (magnetoterapia, láser, ultrasonidos), masaje transverso.
Por otra parte, los ejercicios de flexión y extensión que potencien las piernas (sobre todo del glúteo medio y de los abductores de cadera) te ayudarán a prevenir esta lesión. Por último, si deseas seguir haciendo aeróbicos sin implicar al tren inferior se recomienda el remo o natación mediante pull-boy sin implicar las piernas.
Una vez que el paciente pueda realizar estiramientos sin dolor, se iniciará un programa de potenciación. El entrenamiento de la fuerza debe ser una parte integral del régimen de cualquier corredor o ciclista; sin embargo, para los pacientes con síndrome de la banda iliotibial, hay que poner un énfasis especial en la potenciación del músculo glúteo medio. Uno de los ejercicios de potenciación dirigido al músculo glúteo medio es el siguiente (supongamos que el problema radique en la pierna derecha):
  • Colocarse sobre una banqueta con las piernas rectas y las rodillas juntas. La banqueta se coloca cerca de una pared, colocarse de lado de la pared y apoyarse con la mano izquierda en ella.
  • Hacer descender el pie izquierdo por el lateral del banco de forma que la cadera izquierda queda por debajo de la derecha. Todo ello con las piernas rectas y juntas. Además, la cadera derecha debe moverse hacia el exterior. Hacer descender el pie izquierdo y hacer subir y desplazar hacia la derecha la cadera derecha.
  • Se debe hacer recaer todo el peso posible hacia el interior y el talón del pie derecho.
  • Esto simula el movimiento natural de pronación del pie.
  • Una vez echo esto, flexionar la rodilla derecha 10-15 grados y posteriormente mover la cadera repetidamente hacia adelante y hacia atrás 20 centímetros.
  • Este movimiento se debe hacer sin variar el ángulo de flexión de la rodilla, cargando el peso del cuerpo sobre el talón apoyado, parte interna del pie derecho, y lo que es muy importante con la cadera derecha por encima de la izquierda y desplazada hacia la derecha, es decir hacia afuera
  • Hacer 15 repeticiones del movimiento adelante-atrás de la cadera varias veces al día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario