domingo, 14 de diciembre de 2014

LESIONES DEL ATLETA: PUBALGIA



¿QUÉ ES?

Se produce cuando hay un debilitamiento de los músculos y tendones de la pared abdominal inferior. Es una lesión dolorosa y molesta que se centra en la región de la pelvis.



Es una inflamación en la zona de inserción de la musculatura abdominal en el borde superior del pubis y de la musculatura aductora que va desde la cara interna del muslo hacia el borde inferior de este mismo hueso. Es un dolor incómodo que aparece cuando el atleta empieza a correr. A veces, cuando la lesión no está demasiado avanzada, el dolor desaparece al entrar en calor.
La pubalgia es una lesión muy común en los deportistas y se presenta principalmente en los futbolistas, maratonistas, jugadores de rugby y ciclistas. Para prevenir esta lesión son muy importantes los estiramientos previos y posteriores en cada entrenamiento.
Para proteger la zona, hay que fortalecer los aductores y abdominales. Además, hay que realizar los estiramientos correspondientes antes y después de entrenar.


CAUSAS

  • Sobrepeso.
  • Entrenamientos bruscos y demasiado exigentes en principiantes.
  • Sobreentrenamiento.
  • Sobrecarga muscular.
  • Demasiada carga en los entrenamientos y poca preparación de gimnasio.
  • Mala realización del calentamiento y estiramiento deportivo.
  • Calzado inadecuado.


SÍNTOMAS

Esta lesión suele comenzar con un leve dolor en la región inferior del abdomen que con el tiempo va en aumento. Los síntomas más comunes son:
  • Dolor en la parte baja del abdomen.
  • Dolor en la ingle.
  • Dolor en el testículo (en hombres).
  • Dolor exacerbado al toser o estornudar en el abdomen.
  • Dolor al estiramiento de músculos aductores.


¿CÓMO PREVENIRLA?

Por supuesto, como en cualquier otro tipo de lesiones, el objetivo es prevenirlas con un buen calentamiento y evitando aquellos movimientos o gestos mal ejecutados que puedan llevarnos a lesionarnos. Aunque esto no siempre es fácil de conseguir.
Para prevenir la pubalgia debemos prestar especial interés a una serie de ejercicios como son:
  • Reforzar la musculatura estabilizadora de la cadera.
  • Dosificación de las cargas de trabajo. Cuando notemos molestias, si es posible intentar descansar.
  • Empleo del trabajo isométrico en aductores, abductores, oblicuos y en los rectos del abdomen.
  • Trabajo de potenciación muscular de abductores, aductores y abdominales.

Para este tipo de lesión que puede terminar en una cirugía se recomienda consultar inmediatamente con un médico y abandonar la actividad física y sobretodo correr y las actividades con impacto.

 

TRATAMIENTO

Lo mejor para combatir una pubalgia es el reposo, aunque éste puede complementarse con fisioterapia y osteopatía si necesitamos acortar los tiempos de la lesión. También se pueden prescribir diferentes fármacos para brindar un alivio momentáneo para el dolor localizado en las piernas.
La mayoría de los especialistas también recomiendan la incorporación de rutinas de calentamiento especiales destinadas a mejorar la irrigación de las zonas afectadas y evitar el problema potencial de la pubalgia crónica, que suele presentarse con bastante frecuencia en jugadores de fútbol retirados.
Así, es importante realizar algunas prácticas:
  • Trabajo isométrico de aductores, abductores, recto anterior abdomen y oblicuos.
  • Elongación por posturas excéntricas de isquiotibiales, aductores, abdominales y psoas.
  • Emplear técnicas de electroterapia (magnetoterapia, láser…).
  • Masoterapia (una técnica integrada dentro de la fisioterapia que emplea diversos tipos de masaje con fines terapéuticos) en aductores y abdominales.
  • Masaje transverso profundo en aductores y abdominales: esta técnica se aplica mediante una fricción transversa digital que provoca la movilización a una frecuencia determinada con el fin de producir un efecto analgésico y la reordenación de las fibras de colágeno.
  • Aplicar frío tras una sesión de fisioterapia.

En el momento en que se logre una mejoría de la lesión, se recomienda comenzar un programa de ejercicios de rehabilitación de la zona. De esta manera y de un modo gradual, se podrá reiniciar la práctica de la actividad deportiva, eso sí, evitando siempre y dentro de lo posible los cambios bruscos de dirección.
Si esta lesión llega a hacerse crónica y únicamente en el caso de que el tratamiento conservador fracase, se plantea la opción quirúrgica en el contexto de la medicina deportiva. Con la intervención, los especialistas igualarán las fuerzas del recto anterior del abdomen y la de los aductores para aliviar el exceso de presión que ejercen sobre el pubis estos músculos.

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